Vigo es una de las ciudades más importantes del Camino Portugués por la Costa, una de las variantes más hermosas y transitadas del Camino de Santiago.
Desde Vigo hasta Santiago de Compostela restan aproximadamente 5 etapas y unos 100 kilómetros, pasando por localidades emblemáticas como Redondela, Pontevedra, Caldas de Reis y Padrón, antes de llegar a la meta final en la Catedral de Santiago.
La etapa Vigo – Redondela, de unos 16,8 km, combina tramos urbanos, cuestas suaves y senderos con vistas a la ría de Vigo y al puente de Rande. Es una jornada preciosa, pero también exigente, especialmente para quienes ya acumulan varios días de caminata.
Muchos peregrinos llegan a Vigo tras completar la etapa que parte desde A Ramallosa (Nigrán), de aproximadamente 22 kilómetros.
Es un tramo de gran belleza, que discurre junto al mar, pasando por playas de Nigrán, el paseo de Panxón, Samil y la península de O Ramal, hasta adentrarse en Vigo por la zona de Bouzas o Alcabre.
Aunque el paisaje es espectacular, el recorrido combina tramos de asfalto y zonas urbanas que castigan las piernas después de varios días caminando. Por eso, muchos peregrinos aprovechan su llegada a Vigo para hacer una parada de descanso y recuperación, antes de continuar hacia Redondela y enlazar con el Camino Portugués central.
Caminar entre 15 y 25 km diarios durante varios días seguidos genera una fatiga muscular y articular progresiva, especialmente en las piernas, espalda y pies.
Los peregrinos suelen sufrir:
Sobrecargas en gemelos, isquiotibiales y glúteos.
Dolor en rodillas, tobillos y zona lumbar.
Hinchazón de pies y sensación de rigidez general.
En algunos casos, aparición de fascitis plantar o tendinitis leve.
El terreno cambiante, las cuestas, el peso de la mochila y la falta de descanso completo hacen que el cuerpo necesite una ayuda extra para recuperarse correctamente.
Un masaje terapéutico y recuperador es una herramienta fundamental tanto para la recuperación post-etapa como para la preparación antes de la siguiente.
En Miguel García – Quiromasajista, en Vigo, trabajamos con técnicas específicas para peregrinos, adaptadas al estado muscular de cada caminante.
Elimina la fatiga muscular y acelera la recuperación.
Activa la circulación sanguínea, ayudando a eliminar toxinas.
Reduce inflamación y rigidez articular.
Previene lesiones y mejora la movilidad.
Aporta una sensación inmediata de bienestar físico y mental.
Vigo es un punto clave en el tramo final del Camino Portugués por la Costa. Parar aquí te permite descansar, recuperar y prepararte antes de afrontar las últimas jornadas hacia Santiago.
Un masaje terapéutico adaptado al esfuerzo del peregrino no solo alivia las molestias, sino que te ayuda a llegar al Obradoiro con el cuerpo en equilibrio y sin dolor.
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Tanto si llegas desde A Ramallosa como si partes desde Vigo hacia Redondela, tu cuerpo te agradecerá una pausa reparadora.
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